Asís Percales es un dibujante puro. Cuando estudiaba Gráfica Publicitaria en nuestra escuela se lo dije. No ha dejado de dibujar desde que lo conozco, y no sé cuánto tiempo llevaba haciéndolo antes. Como los buenos, los que hacen oficio con pensamiento y entrega constante.

Sus maneras proceden de la dicción de Julián de Narváez, casi citándolo, y suman trazas claras de la psicodelia inglesa y el underground. Pero el desarrollo gráfico de Asís es incontestablemente personal. La temática nos recuerda a Ensor y Grosz, en la tradición más profunda de la figuración moderna: una sociedad grotesca asoma en un torrente melancólico y a la vez festivo, incontinente, espumoso. Sus imágenes son feas y bonitas a la vez,  como casi todo en este mundo, auténticas también en este sentido. 

Tras varias exposiciones en Barcelona, Málaga o Granada, colaboraciones con publicaciones como lamono magazine y aplicaciones a ámbitos tan dispares como la serigrafía o el tatuaje, Asís vuelve a visitarnos. Valiente, desprejuiciado, generoso y múltiple; como diría P.T. Barnum, "pasen y vean". 

 A. M.