La caracterización del actor para que sus atributos físicos encarnen los del personaje que interpreta y sugieran su perfil psicológico o evoquen su adscripción social o geográfica ha venido siendo considerada una mera técnica secundaria entre las actividades artísticas. Sin embargo, gracias a los magníficos trabajos que se han venido realizando sobre todo en las superproducciones cinematográficas, la caracterización ha requerido de un esfuerzo creativo tal, que bien merece ser considerada entre los lenguajes artísticos de las artes escénicas.
Como tal acto de creación es multidimensional, pues supone un largo proceso que parte en la mayoría de las ocasiones del guión escénico o cinematográfico para incorporar desde el dibujo de bocetos hasta las herramientas digitales más diversas. Pero en todo ese proceso el tratamiento del volumen resulta esencial.
Ese es el motivo más que suficiente para que el alumnado del Ciclo Superior de Artes aplicadas a la Escultura de la Escuela de Arte de Granada hayan puesto todo su afán en la elaboración de las piezas que presentamos, pues el propósito de dominar las principales técnicas de la caracterización de personajes los ha llevado a toda una experiencia multidisciplinar que les ha obligado a partir de su propio físico para convertirlo en el de otro, en el de un personaje imaginario que ellos eligieron libremente y con los atributos que en su imaginación lo identificaban.
Ese tránsito del yo al otro ha propiciado todo un itinerario de aprendizaje.
Bonifacio Valdivia Milla